sábado, 22 de marzo de 2014


Piel de mujer

Una fuente de luz te irriga
de luminiscencia divina,
las sombras se rompen en brillo,
resplandecientes de vida.
Te hace diosa del sol,
y del universo la reina,
tu cuerpo es perfección
que ningún artista supera.

Mujer,  has inspirado las mejores expresiones artísticas de la humanidad. La historia de la pintura, la música y la literatura serían muy diferentes si no existiera la  preponderancia provocada por tu belleza: Abelardo y Eloiza, Páris y Helena, Cyrano y Roxana, Calixto y Melibea, Romeo y Julieta, Ulises y Penélope, Don Quijote y Dulcinea, son referentes de la dualidad donde tú eres la protagonista.

Tu belleza es misteriosa y desconcertante,  embriaga los sentidos en  una dulce ilusión de promesas no cumplidas, de esperanzas perdidas, de etéreas pasiones; porque tu belleza le pertenece a quienes te admiran. Eres la respuesta a dos preguntas existenciales: de donde venimos y adónde vamos, pues nos haces sentir que el ser sagrado vibra en el ser querido. Tú, mujer, provocas un arrebato amoroso que  transporta por encima del tiempo y del espacio a quien se ha conmovido con tu belleza, incitas a volar hacia los dioses; por eso Eros, proporciona alas a quien busca tu salutífera presencia.

Tu belleza, mujer, es el bien que da lugar al afecto y a la amistad; basta con tu mirada, tu tono de voz,  una sonrisa, un movimiento para crear afecto y acercar a la amistad.

Piel de mujer que seduce, envuelve y atrapa, besos escritos en silencios sobre la tersura de tu cuerpo. Emoción contenida en un velo que deja entrever sufrimiento, desesperación, emoción y alivio. Sobre tu piel mujer se escriben poemas, se pintan pasiones con colores de fuego, se escuchan melodías que silva el viento, se inspiran los creadores de sueños.

Sobre tu piel mujer,  caen las rosas viajeras para depositar sus pétalos. Descansa el ave que trae mensajes de villas lejanas. Revoletean mariposas, alegres, juguetonas, inquietas, tratando de vestir tu cuerpo.  Se vierte vino que ahoga las palabras, embriaga los sentidos y transporta el alma a confines prohibidos. Sobre tu piel mujer, caen las hojas de la impertinente enredadera que pretende llenar los vacíos y la nada. En tu pecho mujer crecen las flores que se disuelven en aromas de primavera. Sobre tu piel se han escrito secretos, promesas, liturgias, ficciones, aventuras y epopeyas para que algunos privilegiados lean.

Piel de mujer que es bastión del amor, donde liberaron las batallas los enamorados,  donde reposaron los cuerpos cansados de guerreros vencidos. Sobre tu piel de mujer hay tanto fuego, tanta locura, tantas manos que te han tocado, tanto universo insospechado, que sería imposible hacer un inventario de la riqueza que se esconde en tu regazo.

Piel de mujer que siente y vibra ante las caricias de un ser imaginario que se atrevió a traspasar las fronteras que habías delimitado; permitiendo que ilumine tus noches de ceras enveladas, enternecidos sueños y hermosas alboradas. Sobre tu piel amanecida se hicieron azules las montañas, la paz se hizo blanca, y la pasión anaranjada.

Piel de mujer que es vida, provocación y universo. Déjame inspirarme en ti, déjame pintar tu cuerpo, deja que el pincel esparza mis deseos. Permíteme dibujar tus más íntimos secretos, Deja que sea yo, quien devele al mundo entero, que eres la mas bella flor que ha brotado en el desierto. 

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